Movimiento de los Focolares
United World Project

United World Project

Fue lanzado durante el Genfest de Budapest que se realizó en setiembre del 2012, el objetivo que United World Project (Proyecto Mundo Unido) se propone es ambicioso: retomando la tarea que Chiara Lubich confió a los Jóvenes por un Mundo Unido (JMU), pretende promover la cultura de la fraternidad universal, a fin de que “el mundo unido esté en la boca de todos”, como ella decía.

Está subdividido en tres partes (United World Watch, United World Workshop y United World Network). El programa desea involucrar la mayor cantidad de personas posibles, proponiéndoles que se comprometan en primera línea en el vivir la fraternidad, hasta llegar a los grandes organismos internacionales.

United World Watch. (Observador Mundo Unido). Es dar vida a un Observador internacional y permanente sobre la fraternidad universal. Por esto, los JMU se comprometen a desarrollar con las iniciativas más variadas “fragmentos de fraternidad” en todo el mundo, y profundizar el principio de la fraternidad universal allí donde ésta falta a través de estudios y forum, recogiendo y monitorear acciones fraternas de individuos, grupos y pueblos.

United World Workshop. (Taller Mundo Unido). Los jóvenes se comprometen además a encarnar lo que la UNESCO llama “buenas prácticas” a través de múltiples actividades que los compromete en todo el planeta realizando trabajos concretos en la realización de la fraternidad universal. Además, a través de la ONG New Humanity, proponen a las Naciones Unidas el reconocimiento a nivel internacional de la “Semana del Mundo Unido”, que se realiza para tal fin en muchos países desde 1996.

United World Network. (Redes Mundo Unido). Para llegar al mundo unido, no alcanza con involucrar instituciones internacionales. A través de una recolección de firmas (objetivo: entregar a la ONU 500.000 firmas antes de mayo de 2013) los JMU proponen a los jóvenes y adultos, comprometerse en vivir la regla de oro “haz a los demás lo que quisieras fuese hecho a ti mismo” y contribuir en el “Watch” (Observatorio) quedando como “centinelas” atentos a los “signos de fraternidad” que llaman al mundo a la unidad. Para firmar: www.unitedworldproject.org

El momento central del proyecto será en mayo 2013 en Jerusalén, cuando, concluyendo el año del Genfest, se cerrará la recolección de adhesiones al “Network” y se lanzará oficialmente el “Watch”, el Observatorio, en conexión con todo el mundo

El proyecto expresa una gran atención al tema de la fraternidad en ese “delicado espacio” que es actualmente el Medio Oriente, pero en esto se injerta también el “Sharing with Africa”, una propuesta de reciprocidad dirigida al pueblo africano para redescubrir y concretar el ideal del Ubuntu (la visión de la unidad de la sociedad africana). UWP se convierte así un gran contenedor de las actividades de los Jóvenes por un Mundo Unido.

Tomaso Comazzi

Concluyó  el encuentro de delegados del Movimiento de los Focolares

Concluyó el encuentro de delegados del Movimiento de los Focolares

Terminó el sábado 6 de octubre el encuentro anual de los delegados del Movimiento de los Focolares que desde el 13 de septiembre reunió en el centro internacional de Rocca di Papa a 300 asistentes, entre responsables  del Centro  y delegados de las distintas áreas geográficas donde el Movimiento está presente.

Un mes de intenso trabajo en el que se vio en qué punto están los Focolares en el mundo y se lanzó una mirada hacia el futuro. El programa se alternó con momentos de plenario, encuentro por sectores (eclesial, juvenil, social) y por grupos de zonas geográficas. Se recorrió la vida del Movimiento, que atraviesa las culturas de los distintos pueblos, compartiendo con ellos metas y expectativas, a menudo pruebas y situaciones difíciles como por ejemplo en  Siria  y en los Países sacudidos por la violencia, conflictos y catástrofes naturales. Además, se dio una mirada especial a la “fraternidad” en el mundo, a través del proyecto United World Project, lanzado en el Genfest, y explicado en detalles en sala. Se anunció el seminario de estudios sobre el pensamiento de Chiara Lubich, que se realizará el 14 de marzo de 2013 en la Universidad La Sapienza de Roma, en el 5º aniversario de su desaparición física. En la era de la “conexión continua”, y conociendo el tema del nuevo mensaje de Benedicto XVI para la jornada de las comunicaciones sociales (“Redes Sociales puertas de verdad y de fe, nuevos espacios de evangelización”) se le dedicó un lugar privilegiado a la comunicación: un seminario sobre los new media que impactan en  la transformación de la sociedad, desarrollado por el sociólogo italiano Gennaro Dorio, por la sicóloga chilena Paula Luengo y el economista italiano Benedetto Gui. Además se dio una visión panorámica sobre las redes sociales de los Focolares, como por ejemplo la editorial Cittá Nova, en Italia y en el extranjero,  la imprenta, el servicio informático en el noticioso interno, el sitio web con los network sociales, todo orientado en un camino de comunicación coordinada.

Por las noticias traídas por los delegados y por las que ustedes mismos nos han transmitido directamente –dijo la presidente Maria Voce en un saludo en vivo, mundial, vía web, el sábado 6 de octubre, concluyendo el encuentro-, hemos visto lo que Dios ha trabajado en el año recién terminado. Estamos seguros que El realizará igual o mucho más en este año que empieza, si nosotros nos ponemos a su servicio para reconocerlo y amarlo en cada hermano”.

En el año en que la Iglesia católica se dedica de forma particular a la profundización de la “Nueva Evangelización”, el Movimiento de los Focolares sintoniza con la Iglesia profundizando este año un punto de la espiritualidad de Chiara Lubich: el amor al hermano. “El otro para mi: es otro yo” es el título que la presidente María Voce propone este año a los Focolares, partiendo de la invitación del Evangelio: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mt. 22, 39)

Es éste el augurio lanzado por María Voce en su saludo vía web a los miembros del Movimiento: “Que este año sea un año de gran expansión de amor en el mundo”. Estrechar “este pacto de amor recíproco, pero no solo para  nosotros, sino para toda la humanidad que tiene necesidad de una inundación de amor, que precisa  un río de amor, que precisa encontrar a Jesús”

Se abrió el domingo 7 de octubre, con  una solemne ceremonia en el Vaticano, el Sínodo de los Obispos sobre el tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, Sínodo al cual también la presidente de los Focolares participa como oyente.

Del fútbol al mundo unido. Historia de Nacho

Del fútbol al mundo unido. Historia de Nacho

“Me llamo Nacho,  soy argentino y tengo 25 años. Durante muchos años jugué  al fútbol en un equipo importante de la Argentina y mi vida despacito se encaminaba hacia ese mundo de una  manera profesional. Estaba ennoviado con una chica que vivía desde chiquita el mismo ideal basado en los valores evangélicos. Soñábamos con casarnos y  tener muchos hijos. Tenía  mil planes sobre como sería pasar el resto de mi vida con ella.

Resumiendo, era un joven feliz con mi vida cristiana  y con el ideal de un  mundo unido por el cual había elegido vivir!  Fue así que un día mientras le agradecía a Dios por haberme acompañado siempre en mi vida, y por lo que estaba viviendo junto a Lucía, sentí dentro que El me decía:  “Nacho, ¿estás dispuesto a  seguirme, a dejar todo y consagrar tu vida solo a mi?” Y en seguida sentí el impulso de responder: “Por supuesto que estoy dispuesto”.

Después me puse a pensar qué quería decir “mi todo”, y comprendí  que Dios me pedía que lo siguiera,  dejando mi familia actual,  mi papá, mi mamá, mis hermanos, pero sobre todo dejando a mi posible familia futura. Lo hablé con Lucía. No fue un momento muy fácil para ninguno de los dos. Incluso ese mismo día, y con lágrimas en los ojos, tuve la confirmación de la decisión que estaba por tomar: seguir a Jesús como focolarino, como lo hizo tantos años antes Chiara Lubich.

No es simple expresar con palabras lo que experimento hoy sobre aquella famosa promesa de Jesús que Todo aquel que haya dejado casa,padre, madre, hijos, recibirá cien veces más…

Y esto lo vivo cada día, por ejemplo cuando doy un poco de mi tiempo a alguien que lo necesita, sintiéndolo realmente como un hermano…y sufrir o gozar con él.  Hace algunos días llegué a casa  cansadísimo después del trabajo, con ganas de no hacer otra cosa más que descansar. Otro focolarino estaba preparando la cena y me pidió que le diera  una mano porque estaba un poco atrasado. Me puse a ayudarlo, y así, olvidándome de mi cansancio, sentí adentro una felicidad inmensa de poder vivir por él.

Haciendo estas pequeñas experiencias, logro descubrirme a mi mismo un poco más. Veo que mis límites se convierten en un trampolín de lanzamiento y que mis horizontes se amplían sobre todo hacia otras culturas. En la convivencia con personas de otros países siento que las únicas barreras que pueden existir son las que están dentro de nosotros mismos. Y esto me hace también superar el miedo de ir contra algo desconocido, hacia aquello que es distinto de mí mismo, porque he comprendido que la diversidad no crea la división sino que sirve para complementarnos.

Ahora estoy completando mi formación en la Escuela de los focolarinos en Suiza. Luego, no sé a cual focolar del mundo iré, con quien viviré, pero siento que Dios  me ha llamado personalmente para contribuir a la realización de la fraternidad universal, y abrazar a la familia humana con un corazón libre. Por este ideal  quiero dar mi vida”.

Por Genfest 2012


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Dios es Amor, ¿también en la enfermedad?

Dios es Amor, ¿también en la enfermedad?

Me llamo Magued, y crecí en una familia cristiana. Cuando tenía tres años, a mi mamá se le diagnosticó una Esclerosis Múltiple.  Esta enfermedad ha ido evolucionando hasta provocarle parálisis y ceguera. Junto con mi papá, mi hermano y mi hermana aprendimos a ayudarla. Soñaba que mi mamá fuera sana como las madres de mis amigos, que pudiese venir a buscarme a la salida de la escuela  o que me preparase el desayuno, …pero con el tiempo entendí que ese era un sueño imposible.

Con mis hermanos aprendimos a aceptar esta situación viendo en esto la voluntad de Dios y  a creer que todo contribuye al bien cuando uno  ama a Dios. Y esto nos ha unido más entre nosotros sintiendo que Su gracia  nos acompañaba siempre.

Seis años después descubrimos que mi hermana tenía un tumor. En ese momento  caí en una crisis,  no lograba aceptar que también mi hermana estuviera enferma, entonces le pedí a Dios que me pusiera a mi en el lugar de ella, pues pensaba  que yo lo habría soportado mejor. Con el tiempo, acepté también la enfermedad de mi hermana que a pesar del tratamiento no sanaba.

Hace cuatro años, mi mamá se fue al cielo, en ese momento sentí un dolor enorme y un gran vacío en mi vida. Era como si un pedazo de mi corazón se hubiera separado y se hubiera ido con ella. Además, hace dos años, al hacerme algunos estudios por una molestia en un ojo, descubrí que tenia su misma enfermedad. De improviso, ¡todo se derrumbó! Apenas había terminado la universidad y creía tener un futuro amplio por delante…  Me angustiaba pensar que un día me despertaría paralizado o habiendo perdido la vista, como mi mamá. Sentí el empuje a realizar todo tipo de experiencia,  incluso las malas, ya que después  no habría podido hacer más nada… Pronto  comprendí que lo que me hacía feliz era vivir cada día como si fuera el último, con una profunda relación con Dios.

Así que empecé con un nuevo trabajo, y conocí a una chica, un ángel, dispuesta a sobre llevar conmigo todas las dificultades que podría encontrar en el futuro.

Muchos de mis amigos dicen que rezan por mí, para que me cure, pero yo les respondo que también yo rezo por ellos, porque cada uno de nosotros está enfermo de algo.

Una tarde hace algunos meses, mi hermana me llamó, yo estaba fuera de casa con unos amigos,  y me pidió que fuera a verla porque se sentía mal. Regresé y me senté a su lado y empezamos a rezar juntos aunque no estábamos acostumbrados a hacerlo. Era como si una voz me dijera: “Reza con ella Magued”. Después de un rato se sintió aún peor, y apoyando su cabeza sobre mí, se murió.

En estos últimos meses, de vez en cuando he tenido recaídas. No podía mantener agarrada una birome,  o perdía la sensibilidad en el brazo y por un periodo no veía bien, situación que me creaba  problemas en el trabajo. En esos momentos me acuerdo de mi mamá y de mi hermana que a pesar del dolor, tenían sus ojos llenos de alegría y de paz. Es como si me dijeran: “No tengas miedo, sigue creyendo en el Amor de Dios y da testimonio de ello con tu vida”.

(M.G. Egipto )

Gotas de agua viva. La historia de Riad

Gotas de agua viva. La historia de Riad

“Cuando tenía diez años un acontecimiento produjo un cambio decisivo en la vida de mi familia y en mi vida personal: mi papá fue sometido a una operación muy seria en el hígado. Me acuerdo de algunas mañanas de verano en que lo acompañaba, con mi madre, a lo largo del mar de Siracusa (Italia) para dar algún paseo. Después de un breve período en el cual parecía que se recuperaba, como un temporal, imprevistamente, apareció una crisis. Y una noche se durmió para siempre. Cuando ví su cuerpo inmóvil, con el rostro más pálido de lo acostumbrado, no lograba llorar. Estaba como petrificado. Ni siquiera un “¿por qué?” pasaba por mi cabeza de niño de 10 años, ni tampoco era capaz de rezar. En los años siguientes me di cuenta que todos mis compañeros tenían un papá que los protegía y yo no y esa situación de orfandad me resultaba muy pesada.

Cinco años más tarde, por medio de un amigo, conocí personas que habían hecho del Evangelio su código de vida. En su apartamento – el Focolar – una tarde encontré a Marco, el primer joven que había seguido a Chiara Lubich, que me habló de la aventura de la unidad. Sus palabras llenas de vida, de Evangelio vivido en lo cotidiano, me impactaron, me saciaron. No me sentía más huérfano, también yo ahora tenía un Padre que me cuidaba, es más –me di cuenta en los años posteriores-había encontrado cien padres, cien madres, cien hermanos (Mt.19, 29). Comprendí enseguida que tenía que poner en práctica el Evangelio, así que comencé a asistir a la escuela, a escuchar por amor a ese profesor un poco aburrido, a prestar mis apuntes a los compañeros que podían precisarlos…

Algunos años más tarde, empujado por este maravilloso descubrimiento del amor personal de Dios, maduró en mi el deseo de donarme a El y comenzó para mi la experiencia del focolar. Viví 26 años en el focolar de Viena y desde allí hice breves pero continuos viajes a Checoslovaquia y a Hungríapara encontrar a nuestros amigos. Eran los años en los cuales el muro nos separaba, pero nos unía el Evangelio, porque de éste tenían sed, mucho más que de la libertad.

No faltaron las aventuras en todos aquéllos viajes. Una vez, en la zona de frontera, abriendo la valija del auto para los habituales controles, me di cuenta con horror que por error habíamos cargado una gran valija llena de films, escritos, diapositivas de la vida de nuestra comunidad. Material que estaba “completamente prohibido”. Extrañamente la policía dio una ojeada superficial (no vio mi cara aterrorizada) y nos dijo que podíamos continuar. Todo se resolvió con gran alegría de los amigos de Budapest agradecidos por ese material necesario para conocer la difusión del Evangelio en todo el mundo. En esta y en muchas otras situaciones, he tocado con las manos el amor de Dios que me sigue paso a paso y arregla siempre todo lo que no estuvo bien hecho.

A comienzos de septiembre se festejó el Genfest justamente en Budapest. Fue para mi una gran alegría. Me acuerdo de los encuentros de ‘catacumbas’ con varios jóvenes, en casa de alguna familia: estaba oficialmente prohibido que se reunieran más de 5 personas. Con algunas familias, jóvenes, sacerdotes, durante algún fin de semana, en una casona de campaña o en el lago Balaton, allí, en medio de muchos turistas, encontrábamos la manera de hablar de la espiritualidad de la unidad y de las experiencias de vida evangélica. Y bien, muchos de ellos, chicas y muchachos, familias y sacerdotes se comprometieron en esta nueva vida. Jesús con su fuerza y su luz entra siempre, también con las puertas cerradas, en aquélla época igual que hoy”