Movimento dei Focolari
Run4Unity 2017: di corsa verso l’unità

Run4Unity 2017: di corsa verso l’unità

Run4Unity_05 Ragazzi del Giappone corrono collegandosi in contemporanea a quelli di Seul, Corea del Sud, immaginando un futuro di pace. Nessuno di loro oggi ricorda le antiche fratture che dividono le due sponde del Mar del Giappone.

A Vienna 300 atleti da Austria, Slovacchia, Ungheria, Germania e Svizzera si incontrano per vivere insieme momenti di sport e fraternità. Tra i giocatori, ci sono anche giovani profughi appartenenti ad una chiesa siro-ortodossa.

Un salto di 10 fusi orari, e da Mexicali (Messico) e Calexico (California, USA) un centinaio di adolescenti convergono verso il muro che li divide. Odio e razzismo, oggi, non hanno paese.

Procede, anzi corre da Oriente verso ovest, attraversa idealmente la superficie della terra e i suoi 24 “spicchi” orari, per passare il testimone della fraternità a ogni latitudine.  È Run4Unity, la corsa a staffetta mondiale organizzata, come tutti gli anni ai primi di maggio, dai ragazzi del Movimento dei Focolari.

La corsa ha chiuso la Settimana Mondo Unito, un periodo denso di iniziative e progetti in nome della pace e dell’unità tra i popoli: dall’Ecuador, alle prese con l’emergenza umanitaria del terremoto, a Medan (Indonesia), con un concerto per la pace, fino a Goma, nella Repubblica democratica del Congo, sulle note del festival Amani, una “tre giorni” di musica e danza per la pace.

Run4Unity  è un percorso a tappe che attraversa le frontiere più calde del pianeta, a ogni latitudine, dalle 11 alle 12, ora locale. A piedi, in bicicletta, sui roller, in barca o fermi in silenzio, con una preghiera per la pace, anche quest’anno è stata la corsa più contro corrente che ci sia, presaga e anticipatrice di unità. Non conta la velocità dei piedi, ma la prontezza del cuore. Ogni tappa si è arricchita di eventi sportivi, azioni di solidarietà, esperienze di cittadinanza attiva (specie nei luoghi nei quali prevalgono solitudine, povertà, emarginazione), giochi e tutto quanto può servire a testimoniare che il mondo unito è ancora possibile, nonostante le tensioni preoccupanti e i segnali di deriva Run4Unity_07A Penang, Stato della Malesia occidentale, Run4Unity è stata una UnityWalk, una camminata di 8 km, che ha consentito la partecipazione a 1200 persone di tutte le età, appartenenti a diversi gruppi etnici, culture e religioni, tra cui hindù, musulmani, sikhs, cristiani, buddisti. In India la corsa esprime il desiderio di pace attraversando il centro di Nuova Delhi, dal Gandhi Smriti, dove il Mahatma Gandhi venne ucciso nel 1948, oggi luogo sacro, fino all’India Gate, monumento nazionale dedicato a tutti i soldati non più tornati dalla guerra. A Dresda (Germania) Run4Unity si è svolta all’interno della manifestazione di iniziativa popolare “Pulse of Europe” sorta per incoraggiare i cittadini ad ascoltare il “battito” d’Europa perché, come dicono gli organizzatori dell’evento, “l’Unione Europea era ed è prima di tutto un’unione per garantire la pace”. A Columbus, capitale dell’Ohio (USA) si è realizzata in un centro per ragazzi di un quartiere a rischio, con giochi, messaggi di pace e la condivisione della “regola d’oro”. Poi, la pulizia delle strade e la condivisione dei panini insieme ai senza tetto. A Santa Lucia Utatlàn (Guatemala) la corsa è stata l’occasione di un programma multiculturale che ha coinvolto un migliaio di persone di diverse etnie, tra cui anche i giovani della comunità maya di Quiché. A Iglesias, in Sardegna (Italia), Run4Unity ha assunto una forma molto particolare, quella della sensibilizzazione al disarmo: Domusnovas e Iglesias, nella zona, ospitano infatti una fabbrica di bombe e di armi. Da qui partono i carichi destinati ad alimentare i bombardamenti nelle zone di guerra. Ragazzi e giovani del mondo immaginano un mondo diverso, senza guerre, muri, odio. Il loro messaggio corre virale anche sul web. Radioimmaginaria, la prima radio in Europa interamente progettata e curata da adolescenti, ha dedicato una diretta agli eventi di Run4Unity nel mondo. Perché, dicono, «a quindici anni si può già immaginare il mondo che verrà».

Ascolta la trasmissione di Radioimmaginaria

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Novedad editorial: Señales de alerta

Novedad editorial: Señales de alerta

senalesdealerta-197x300Rino Ventriglia, neurólogo y psicoterapeuta, ha trabajado con muchas parejas y matrimonios que atravesaban momentos duros, y constata que “hoy, como nunca, la pareja y la familia pueden gritar al mundo que el Amor existe, que el ‘para siempre’ es una realidad posible”. Para ello, y en base a su experiencia en terapias de pareja, es clave estar atento a las “señales de alerta”, rasgos que indican que hay un problema de pareja, detectarlas y empezar a trabajar para prevenir e impedir que crezcan más y más. Es necesario reconocerlas en voz alta y nombrarlas y saber que nacen de problemas, y entender que se puede mejorar mucho. Al final, siempre es necesario “hablarlo”: con uno mismo, con la pareja, con el terapeuta… Las personas que se niegan a hablar de estos problemas, que los ocultan, los que ni siquiera lo consideran como “un problema”, o los que no tienen esperanza de que nada cambie ni mejore, y los que dejan que se vaya enquistando y empeorando, se encaminan al fracaso de su relación de pareja, con todo el daño que significará para su vida y la de sus seres queridos. Por el contrario, en el momento en que se empieza a hablar, a verbalizar con serenidad dónde está el problema, empieza la solución. Pero eso implica entender que ambos miembros de la pareja están implicados: ambos son vulnerables, ambos tienen sus heridas, ambos necesitan ser reconocidos, amados y afirmados. Rino Ventriglia enumera estos síntomas en su libro “Señales de Alerta: lo que no hay que hacer en la vida de pareja” (Ciudad Nueva).  1.    “Ya no siento nada… ¿me habré equivocado?” 2.    La familia-empresa: cuando la pareja solo habla de cosas que hay que hacer 3.    Los que van “acumulando puntos”… hasta que estallan 4.    Zonas de sombra, lo que no se habla en pareja: “total, no me va a entender…” 5.    Cuando el deseo sexual disminuye o desaparece… ¿qué hay detrás? 6.    Cuando el esposo y la esposa pasan a ser papá y mamá 7.    “Siempre peleando… ¿cuándo tendremos paz?” 8.    Vidas paralelas: cuando en casa es un infierno pero en lo social parece ir bien 9.    Los que se vuelcan en otras cosas como “escape”: adicciones, redes sociales, trabajo… o terceras personas Detectada la “señal de alerta”, hay que detectar la causa y trabajar para evitar más daño: ese trabajo mejorará la relación.  Entender que el otro también es falible y débil. A menudo, hay que tomar conciencia de que aquella persona maravillosa y fascinante que nos enamoró… es falible y débil, como cualquier ser humano. No tiene sentido enfadarse y pelearse con el cónyuge por no ser el personaje de fantasía que nos habíamos creído. Tampoco tiene sentido abandonarlo pensando que se encontrará en otro lugar un supermán o una superwoman: solo existen los seres humanos sin superpoderes. Los cónyuges deben aprender a apreciarse el uno al otro tal como realmente son, mientras aprenden también herramientas para mejorar en su camino juntos. No contentarse con lo gris: la mejoría, la luz, es posible. A veces, la clave del problema es que ni siquiera se ve que sea un problema. Por ejemplo, muchos piensan que lo que están viviendo, aunque es triste o gris, es “lo que hay”: no poder hablar de sentimientos, por ejemplo, no poder expresar deseos, anhelos, ver convertido lo que empezó como una historia de amor en una serie de “tareas”. Pero los terapeutas -y la experiencia de Ventriglia e infinidad de parejas- es que la mejoría es siempre posible. Ventriglia habla del amor de pareja como un cuadrado de cuatro vértices necesarios: 1. Apreciar al otro: apreciar lo que el otro vive, y lo que siente, y cuidarlo, “como nos recuerda Franco Battiato en su espléndida canción El Cuidado”. 2. Interesarse por el otro: “tener deseos de dialogar, de conocer su perspectiva, su modo de pensar, sus ideas, su visión de las cosas…” 3. El placer y la alegría de estar juntos: es disfrutar juntos, con el sexo, con actividades que se disfrutan, con aficiones, con el comer, el dormir, el estar juntos a gusto… 4. Los valores compartidos: afiliarse juntos por una causa, una militancia, un servicio que ambos creen que es valioso, compartir algunos ideales… Pero la clave está, insiste Ventriglia, en que hay que trabajar los 4 vértices para que el amor sea equlibrado, y no sólo algunos de ellos. Si no hay actividades para disfrutar juntos, por ejemplo, y lo que se comparte son solo actividades de militancia o voluntariado, la pareja se resentirá, habrá un vacío dañino. Señales de alertaes un librito sencillo, de 110 páginas, con numerosos testimonios y casos prácticos, que insisten una y otra vez en mostrar que es posible el amor para toda la vida si se trabaja con inteligencia y realismo en esa línea, que los problemas pueden ser superados y que siempre hay más amor y alegría accesible en el camino compartido del matrimonio.


Reseña de P. J. Ginés para Religión en Libertad.